Augusto Cobos, director general del ICECYL, defiende el papel estratégico de aceleradoras como Æver y Wolaria, la necesidad de comunicar mejor las oportunidades regionales y el compromiso con sectores emergentes como las energías verdes, la tecnología y el cuidado de mayores. 

La economía del futuro no solo se construye en las grandes capitales. Así lo defiende Augusto Cobos, director general del Instituto de Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICECYL), quien apuesta por una red de aceleradoras distribuidas en toda la región para fomentar el emprendimiento y retener talento. Charlamos con él sobre el valor que aportan iniciativas como Æver, el éxito de Wolaria y los retos de una región que tiene todos los ingredientes para convertirse en un polo de innovación. 

¿Qué aporta una aceleradora como Æver a Castilla y León? 

Æver demuestra que Castilla y León es un territorio fértil para emprender, con condiciones muy favorables y talento de sobra. Se trata de una aceleradora vertical centrada en energías verdes, con base en Burgos, que busca ser un referente no solo autonómico, sino nacional e internacional en tecnologías como el hidrógeno. Su valor diferencial es que combina la experiencia y metodología contrastada de ICECYL con el conocimiento local de Fundación Caja Burgos, y con el respaldo de todos los agentes implicados: universidad, empresas y sociedad. 

¿Cuál es el proyecto del que se siente más orgulloso ICECYL? 

Sin duda, Wolaria. Es nuestro buque insignia, la aceleradora pública más veterana —más de 12 años en funcionamiento— y reconocida como la mejor del país según el Financial Times. Wolaria ha impulsado más de 300 proyectos, de los cuales casi un 80% sigue activo. Lo que marca la diferencia es el acompañamiento a largo plazo: durante cinco años tras la aceleración, seguimos apoyando a las startups con servicios de financiación, internacionalización y acceso a ayudas. Los emprendedores valoran especialmente esa continuidad y el trato humano. 

¿Qué hace que Wolaria funcione tan bien? 

Más allá de los resultados, lo que realmente hace única a Wolaria es el trato. La percepción que tienen los emprendedores del acompañamiento. Se sienten escuchados y respaldados incluso después de pasar por el campus de aceleración. Hemos conseguido generar un ambiente donde el emprendedor no está solo, y eso marca la diferencia respecto a otras aceleradoras. 

Castilla y León genera talento, pero muchos jóvenes emigran. ¿Qué se puede hacer para retenerlo? 

Tenemos que contarlo mejor. Existe una percepción errónea de que en Castilla y León no hay oportunidades. La realidad es que aquí se están desarrollando proyectos punteros, sobre todo en energías verdes e hidrógeno. También hay una gran calidad de vida: menos atascos, mejor acceso a servicios, viviendas más asequibles… Hay que romper con el prejuicio de que para innovar hay que irse a Madrid, Valencia o Barcelona. Hoy, gracias a la conectividad, se puede liderar un proyecto global desde cualquier rincón de Castilla y León. 

Entonces, ¿qué nos falta para atraer y mantener talento? 

Saber vendernos. En Castilla y León tenemos un carácter reservado, que a veces nos impide poner en valor lo que hacemos bien. Somos líderes en exportaciones, que están creciendo por encima de los dos dígitos, más de un 14% en un momento en que la media nacional decrece. Pero seguimos proyectando una imagen de región rural y envejecida. Necesitamos quitarnos esos complejos y comunicar con más confianza nuestros éxitos, para que otros también crean en nosotros. 

molinos viento

Según diversos informes, hay 3 áreas que agrupan la mayoría de empleos emergentes: las energías verdes, las tecnologías disruptivas (IA y cuántica) y el cuidado de mayores, ¿cómo se traduce esto en oportunidades para Castilla y León? 

Son una gran oportunidad. En energías verdes, por ejemplo, la Junta de Castilla y León tiene una apuesta firme no solo como cuestión de sostenibilidad, sino también como factor de atracción de inversiones. Queremos que los polígonos industriales sean autosuficientes energéticamente, con energía verde a bajo coste, lo que reducirá los gastos empresariales y hará más competitiva la región. Y lo mismo ocurre con sectores como la tecnología aplicada al envejecimiento o la digitalización de servicios: son nichos de empleo y crecimiento. 

¿Las energías verdes seguirán siendo una prioridad para la región, pese a los cambios geopolíticos o ideológicos? 

Absolutamente. No es una moda. Hay una apuesta muy clara que va no solo al ámbito del emprendimiento, sino en muchos otros ámbitos, y no solo de ICECYL, sino del Gobierno, de la Junta de Castilla y León y expuesta en más de una ocasión por el presidente de la Junta. Nosotros queremos seguir produciendo energías verdes y queremos además que esas energías verdes repercutan en el atractivo de la comunidad para atraer inversiones. 

Es una estrategia clara de presente y de futuro para posicionar a Castilla y León como líder en producción de energía verde y como lugar atractivo para nuevas inversiones. Tenemos el territorio, los recursos y la visión para hacerlo.