Empezó casi como una broma, pero se ha convertido en tendencia. Los jóvenes buscan lugares para teletrabajar donde no solo tengan conexión a la red, sino además encuentren una motivación especial para hacerlo. Y uno de ellos, por extraño que parezca, son los parques de atracciones que Disney tiene a lo largo del planeta.
La idea se le ocurrió a la periodista Jenna Clark, experta en parques de atracciones, que decidió unir su pasión con su trabajo y empezar a trabajar no desde una oficina sino desde el mismo parque de DisneyWorld en Orlando. Allí contaba con conexión estable a la red y una ventaja adicional. Entre artículo y artículo podía quitarse el estrés subiendo a su montaña rusa favorita.
Pronto, el fenómeno se hizo viral, y hoy se cuentan por miles las personas que comparten trucos o consejos en Instagram o Reddit sobre cómo teletrabajar desde estos lugares. Esta legión de comunicadores tiene perfectamente catalogado cada espacio de los parques de atracciones, y comentan dónde están mejor colocados los enchufes o dónde funciona mejor el Wifi.
El éxito de esta fórmula, que comenzó a desarrollarse justo después de la pandemia en el año 2020, tiene en realidad bastante lógica si lo contemplamos desde el punto de vista de un emprendedor. Cuando emprendes un negocio, estás totalmente condicionado por los gastos. Cualquiera de ellos, por insignificante que parezca, añade más carga a la hercúlea tarea de sacar adelante una empresa. Y trabajar desde un parque de atracciones cuesta menos que alquilar un coworking.
Tiene truco, claro. Los parques de Disney no se caracterizan por tener un precio asequible. Pero si adquieres el pase anual cambia la película. El precio del pase anual Pass Bronze para Disneyland Paris es de 289 euros al año, aunque está limitado a 170 días al año, mientras que la modalidad Pass Silver cuesta 499 euros para 300 días. El Pass Gold permite acceso los 365 días por 699 euros. Teniendo en cuenta que una mesa en un coworking cuesta una media de 150 euros al mes, serían unos 1.800 euros al año… y no tienen montañas rusas.
Los efectos del ruido
Eso sí, para trabajar en un parque de atracciones tienes que valer. No todo el mundo puede trabajar con ruido. Según un estudio llevado a cabo en un taller de hilado en Kenia, un aumento de diez decibelios supone un descenso en la productividad de un 5%.
A tenor de las investigaciones, estos efectos tienen que ver con una respuesta hormonal. Concretamente un incremento de la secreción de la epinefrina (adrenalina), una hormona que producimos cuando estamos en shock o en momentos de estrés. De esta manera, el ruido ambiental se convertiría en un agente más en la producción de estrés.
Sin embargo, no parece ser el tema que más preocupe a los miembros de la generación Z, los nacidos entre 1997 y 2012, que se han convertido en los principales valedores de esta tendencia. Probablemente, y las cifras así lo atestiguan, valoren más la adrenalina de un doble looping que el ruido que genera.
Coworking gratuito en el centro de Burgos
Existe una solución intermedia para aquellos que valoran el silencio y a la vez están preocupados por los costes. Y que también buscan compañía. Aunque los trabajadores cualificados exigen cada vez más flexibilidad horaria, eso no quiere decir que les guste trabajar en la soledad de sus casas.
El contacto con otros trabajadores estimula la creatividad y reduce la sensación de aislamiento que puede producir trabajar desde el domicilio propio. Y para ello no hay nada mejor que un espacio de coworking. Que, si se busca bien, no tiene por qué salir tan caro.
Es el caso del Edificio Nexo, un moderno edificio en el centro de Burgos que Aever pone a disposición de todos aquellos trabajadores que participen en el programa de aceleración desarrollado por la entidad. Allí, los proyectos enfocados en el desarrollo de energía sostenible cuentan con un espacio para establecer a parte de su equipo, mantener reuniones con terceros, o simplemente concentrarse sin tener que oír los gritos provocados por los turistas que se suben a las montañas rusas. Y todo de manera gratuita.
Situado en el centro histórico de Burgos –que no es Disneyworld pero también tiene su atractivo- Nexo ofrece también módulos individuales para proyectos que requieran de espacio propio. Y por supuesto, espacios de conversación para que surjan las sinergias con otros emprendedores. El impulso capaz de transformar ideas en energías sostenibles.
Si buscas un espacio de trabajo tranquilo, bien situado y económico, el Edificio Nexo puede ser tu sitio. Y desde Aever estamos encantados de compartirlo.
Infórmate de las condiciones en nuestra página web.